Amante que te quería, atónita aún de aquella belleza, no sé si es tu melena rubia, tus dedos finos o que me haces perder la cordura.
Te acaricio sobre mi falda, perdida en tu mirada como nunca me había encontrado, es tu dulce boca la que me grita besos, son tus gestos gotas de locura desde aquí.
Tu rostro tatuado en mi memoria, y es que no he visto cara más bonita que la tuya. Tus ojos brillan con la luz de la luna llena y tus labios incitan pecado.
Me abandono con manos entrelazadas y el roce del sexo en mis poros, surco por el camino de tus lunares, sin saciarme de ti.
Me costará cada día hacerte creer que eres preciosa, que haces florecer en mí las ansias, que soy víctima de tu lujuria.
Mujer que te ama, te entrego alma y corazón en uno, comprometida a tu cuerpo y a tus ganas, soy toda tuya por si dudabas.
Amor que nace como nunca, respirando placeres por encima de las señales, qué para hacer tonterías ya hubo tiempo, que yo por ti robaría estrellas de esas que iluminan.
Que yo contra mareas, tormentas y artilugios varios me dejo la piel si hace falta, que lo me llegas a dar no me lo da nadie, yo sin ti desvanezco.
Aunque me encarcelen las palabras, la confianza que una vez nos confiamos y las promesas que están por cumplir, aunque me tiemblen las entrañas de lo que siento.
Porque eres la única que da sentido a mi vida, porque muero por despertar a tu lado cada día y verte sonreír, porque tu voz es la llave de nuestro mundo, de las cosas que solo tú y yo “TY” entendemos y llegaremos a entender.
Que me haces feliz mi vida, que no te marches nunca de mi lado, que yo quiero entregarme a amarte hasta mi fin y te pediré cada día que te cases conmigo, porque tú y solo tú Carla, me haces sentir así.
Que si la felicidad tiene nombre, lo llevan tres princesas, que para mí es lo realmente importante.
PD. Y por las noches te espero en mi cama.
Te amo con todas mis fuerzas, viaja hasta mi vera, que yo por ti lo dejo todo.
Ven a buscarme.
Ariadne.
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