Mi niña y mujer a la vez, rubia, pivón, preciosa… Ésa eres tú, la niña que me roba el aire cada vez que respiro y que acelera mis latidos con tal sólo pensarla.
Quiero dejarme llevar por una vez, por eso te escribo desde lo más profundo de mi corazón donde sabes que hay hueco para las tres personas más importantes de mi vida.
No es fácil sentir como persona, siempre tienes dudas, cuestiones que te inquietan, otras veces ganas de comerte el mundo al lado de esta persona y otras tantas un deseo que te arde por dentro y te saldría por los poros si no lo dejases explotar.
A tu lado he aprendido que el amor es el sentimiento más bonito del ser humano, que el amor va más allá del encaprichamiento, que amar es querer a la otra persona disfrutando de tus momentos y tú de los suyos, que el AMOR al fin y al cabo tenía tu nombre escrito para mí.
Contigo también he podido dejar el miedo atrás, cuando me conociste era una “cagada” en todo los aspectos y a raíz de darme cuenta que con ese miedo no podía vivirte como quería lo fui dejando poco a poco, tal vez demasiado tarde viendo como están las cosas. Me encanta recordar como empezamos, con aquel juego nuevo para mí, aquella palabra del anuncio de pezqueñines no gracias que tanto me ilusionaba. No sé si te acordarás de aquellas primeras llamadas donde me sentía tan cohibida y no me salían ni las palabras para empezar… Como han cambiado las cosas durante este año que ahora no consigues callarme ni debajo del agua, a eso le llamo yo confianza plena. Aquella que yo quise expresarte con la canción de Antonio Orozco (Ya lo sabes): Y por el aire te daré, lo más difícil de tener, la confianza que tú a mí me regalaste.
Verano 2010, ha sido sin duda el mejor de todos, compartir días enteros a tu lado era mágico, realmente mágico, me acuerdo cuando fui a Lanzarote y estábamos enfadadas, que duro se me hizo separarme aun más de ti, ya que no te podría verte por la cam. He ido a Italia hace unas semanas y sabes que me ha pasado absolutamente lo mismo, no puedo estar separada de ti más de diez segundos. Te lo digo porque a veces tengo la sensación que no te crees que te eche de menos, que me venga a casa a estar contigo porque es lo que me hace feliz, pasar las horas a tu lado, sean mejores o peores, pero siempre me llena más un minuto a tu lado que un minuto andando por este mundo.
He gozado de esas horas largas por cam, de tus provocaciones que me ponen y lo sabes, de los besos que siempre me has mandado, ya por no hablar de Andy, no lo olvidemos que ahora lo tengo aquí a mi lado.
De verdad, que este ha estado un año tan potente, tan vivo para mí, me has hecho vivir y eso te lo juro yo aquí en este escrito, el MEJOR año de mi vida. Me has mimado, has cuidado de mí, has luchado por mí, has confiado en mí, me has dado mucho cariño, me has deseado, me has adamado, qué más puedo pedir…
Joder necesito hablarte de cuando viniste, cuando no te demostré lo que sentía, cuando casi me da algo al verte allí de pie con la maleta, con aquella falda, con aquella sonrisa puesta, con aquel abrazo donde quise perderme y no salir de aquellos brazos nunca.
Sabes que junto con lo que hice en junio de 2010, esto ha sido lo peor que hecho en mi vida, quedarme tan bloqueada, con aquella inseguridad que siempre me ha matado y no dejarme llevar por una vez en la vida, por hacerte sentir tan mierda, no me lo he perdonado aún, porque he seguido pensando una y otra vez porque coño no estuve contigo todo lo que yo deseaba.
A pesar de eso, estar abrazada a ti en una cama, ducharme contigo, que me hicieras de cenar, estar tumbaditas en el sofá del hotel, todo aquello era un sueño para mí y lo que sentía por ti en aquellos momentos serán para ti un misterio y yo por ello seguiré siempre sintiéndome mal por no haber sacado lo que tenía dentro, que era muchísimo cielo y volverte a pedir perdón una vez más.
He cometido tantos errores durante este año, nos hemos dado tantas oportunidades, bueno para que nos vamos a engañar tú a mí, me has dejado expresarme y siempre he vuelto a fallar en algo, tengo mil y un defectos y aunque tú digas que también los tienes, sé que los míos han acabado con esto. No te gustan muchas cosas de mí, que a veces sea tan pedante, falsa con otras personas, desconfiada, pesada… y es un etc. muy largo. Te has cansado muchas veces de hablar conmigo porque crees que estás hablando con un saco roto que luego nunca te hace caso. Aprovecho ahora para decirte que siempre lo he intentado pero también te reconozco que he tirado siempre la toalla demasiado pronto. A mí tampoco me gustan esas cosas de mí, te lo he dicho mil veces, me encantaría que vieras sólo en mí aquella Ariadne que conociste en febrero y que era ese YO que te gusta de mí.
Hemos discutido tantas veces… te has decepcionado conmigo como persona, y ahora me corroe ver que no sientes nada por mí, que te apetece más no estar conmigo, que cuando estás conmigo no te sientes a gusto, después de todo lo que somos aún realmente, de lo que siento yo por ti que no tiene medida, de lo feliz que tú me haces a mí, que eso no se puede olvidar, que tú me llenas como persona en todo los aspectos y no hay nadie al menos que yo sepa en este planeta que pueda hacerlo como tú lo haces. No estés pensando ahora que es porque no la busco y porque me niego a hacerlo, porque verdaderamente no me hace falta ir a buscar a nadie después de haber estado compartiendo días y momentos contigo.
Cada vez estás más harta de mí, ahora soy tan egoísta que no te dejo lo tranquila que debería dejarte, está claro que quiero que seas feliz, ya que yo por ti daría cualquier cosa en la vida, cualquiera… Pero hay algo que no puedo y es dejarte ir de mi vida, que no pueda ser yo quien te haga feliz cada vez que despiertes y antes de acostarte a dormir.
Realmente pensarás que no, que siempre lo he dicho por decir, pero siempre y esto te lo prometo me he visto viviendo contigo, comprometiéndome a pasar mis días a tu lado, siempre te he imaginado de mi mano porque así es como me siento más fuerte, viviendo momentos de sofá y manta los domingos, otros saliendo por la playa, salir a correr, al parque… a todos sitios, pero siempre contigo y allí contigo.
Sé que esto te seguirán pareciendo palabras y no hechos, pero los hechos vienen de aquí en adelante si me dejas, sé que con esto no voy a hacer ni que sientas de nuevo ni que me veas diferente, pero necesitaba escribirte algo que me saliera de dentro y no fuera rebuscado. Sigo teniendo unas ganas enormes de estar ahí, mi casa cada día es más guerra aunque no lo parezca y sabes que cogería puerta si pudiera para irme contigo ya, ten por seguro que no me lo pensaría dos veces, ya no, porque hoy por fin SIENTO, siento por ti como nunca antes lo había hecho…
TE ADAMO Y TE ADAMARÉ SIEMPRE INCONDICIONALMENTE,
Ariadne.