domingo, 21 de noviembre de 2010
Me entrego
Deseo la humedad de tu cuerpo corriendo por mi piel,
Deseo la respiración que arde fluyendo con tus gemidos,
Deseo tu mirada que penetra hipnotizando mis sentidos,
Deseo mi perdición por tus bellos senos,
Deseo tus finas manos por las necesidades de mi ente,
Deseo tu dulce voz derrochada por mis oídos condenados,
Deseo tus gruesos labios por la estrecha línea que me ordena,
Deseo tu mojado sexo capaz de hervir y coagular mi sangre,
Necesito tu calor asfixiante por toda la fisonomía de mi cuerpo,
Necesito el tembleque que provocan tus palabras en mi nuca,
Necesito la aceleración del corazón que palpita gracias a tu nombre,
Necesito tus buenos días princesa o un te amo de tu boca,
Necesito tu sublime figura paseándose por casa, por nuestra casa,
Necesito tus realizados brazos entrelazados a mi espalda,
Necesito llevar tus caderas y mi agonía al unísono,
Necesito tu prohibida droga envenenando mis vehemencias,
Quiero que desveles mis sueños entre sábanas blancas,
Quiero enloquecer bajo la entrega de mi lujuria,
Quiero tus torturas y mis súplicas unidas a noches de pasión,
Quiero tu fragancia acometida a mis ropas,
Quiero la permanencia de estar hecha de ti y llevar tu alianza,
Quiero que nuestras vidas se acompañen siempre,
Quiero la ternura y la felicidad que solamente tú me entregas,
Quiero dejarlo todo por ti y huir a nuestro mundo.
Ariadne,
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